Dichoso los pobres


Ante todo una felicitación en el día de la Amistad y del Amor para todas las personas que nos leen. Ojala pudiéramos quitarle a estas dos hermosas realidades
humanas algo del excesivo acaramelamiento romántico que acompaña esta fiesta. No tengo nada en contra de los sentimientos. Pero le quita algo de su peso a la amistad y el amor el tratarlos como si fueran solamente sentimientos. Ofrecer a una persona amistad y amor es una decisión muy seria de la voluntad. Por
supuesto que esa decisión tiene repercusiones afectivas muy hondas, pero el amor es mucho más que un sentimiento.

En este día la Iglesia nos ofrece como texto evangélico las Bienaventuranzas que aparecen en el evangelio de San Lucas. Recuerden que en el evangelio de San Mateo, en el comienzo del Sermón de la Montaña, hay una versión más larga de este texto programático de Jesús. Además de ser más corta, el texto de Lucas es más incisivo y más provocador. Cuando Mateo habla de los "pobres de espíritu", Lucas dice simplemente “los pobres”. La mayoría de las bienaventuranzas de Mateo están en tiempo futuro. Lucas habla de la dicha en el presente de las personas que viven según las Bienaventuranzas Al proclamar dichosos a los pobres, a los que
ahora tienen hambre, a los que ahora lloran, a los que son perseguidos por causa de Jesús, el Evangelio se convierte en una provocación, en una exigencia de
seguimiento de Jesús. No se puede tener acceso a la dicha de las Bienaventuranzas simplemente contemplándolas como desde fuera.

Es necesario decidirse a vivirlas. En
este aspecto no son muy diferentes las versiones de Lucas y de Mateo.Lo que sí es radicalmente diferente es la lista de "malaventuranzas" que ofrece Lucas y que no encuentran paralelo en Mateo. La desdicha de los ricos, de los que ahora están saciados, de los que ahora ríen, de los que ahora reciben alabanzas de todo el mundo, es precisamente que ya tienen en esas satisfacciones su recompensa.

El reto de las bienaventuranzas es el de hacer la apuesta por una dicha "contracultural". Se nos invita a entrar en el dinamismo que tiene la vida toda de Jesús.
Ellas son un retrato de Jesús en su relación con las cosas, con los demás y con el Padre.

  
Escrito por: P. Alberto García Sánchez, S.J.