Un padre fue a inscribir a su hijo en una bien conocida universidad. Al leer el plan de estudios de la institución preguntó al Director:
–– “¿Tiene que tomar todos estos cursos mi hijo? ¿No puede usted reducirlos un poco? Él quiere terminar pronto”.
Y el Director respondió...
Un pacífico y bondadoso matrimonio tenía por vecino a un tipo amargado y cascarrabias, que se ofendía cuando, de tarde en tarde, las gallinas del buen matrimonio saltaban la cerca a su jardín. Sucedió que un domingo, mientras el matrimonio estaba en misa, algunas de sus gallinas saltaron a la propiedad del vecino. Al volver a casa, encontraron algunas gallinas muertas...
Un joven inquieto se presentó a un sacerdote y le dijo: -'Busco a Dios'.
El reverendo le echó un sermón, que el joven escuchó con paciencia. Acabado el sermón, el joven marchó triste en busca del obispo.
-'Busco a Dios', le dijo llorando al obispo.
Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque; un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante alumno del sabio.
Terrateniente: "Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa y que inclusive puedes hacer milagros".
Sabio: "Soy una Persona vieja y cansada... ¿Cómo crees que yo podría hacer milagros?".
Terrateniente: "Pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos... esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso"...
Cuentan que un mandarín encargó a un artista que le pintara un gallo. Pero, al ver que había transcurrido un año y el cuadro no le era entregado, el mandarín fue a reclamárselo.
El pintor le condujo a su estudio, y, en menos de dos minutos, pintó al gallo: una verdadera maravilla.